La sessió del Taller d'Història del 20 de febrer del 2020 es va dedicar a parlar (1) dels
nous campaners de Sarrià i la recuperació dels Tocs de Campanes; (2) el trofeu del balcó de la casa del carrer Major, número 93, que s'ha identificat l'origen; (3) la preparació de l'exposició 700 anys del Corpus de Barcelona i, finalment (4) sobre els oficis de Sarrià, concretament els fusters.
El trofeu del carrer Major, 93
Jordi Jové Permanyer (fill del cronista popular de Sarrià) va indicar a Jordi Bigues que el trofeu procedeix de la Porta de Mar de la muralla. Així es pot llegir a la Guia general descriptiva e ilustrada. Barcelona histórica Antigua y moderna, de Isidro Torras y Oriol, del 1907 o 1909.
La guia dedica tan sols vint-i-nou línies a Sarrià. El darrer paràgraf de nou línies diu:
“En la casa número 42 de la calle Mayor, puede curiosearse la repisa del primer piso, consistente en una de las piedras labradas en alto relieve de 3 metros de ancho por 80 centímetros de fondo, conteniendo atributos y trofeos guerreros, que adornaban el trozo de fachada de la entrepuerta del Portal del Mar, en la parte exterior, o sea del lado de la Barceloneta, derribado a mediados del siglo pasado; siendo uno de los empresarios de los derribos, Don José Morella, dueño entonces de la casa cuyo balcón fue colocada para repisa del mismo, la expresada piedra que se hallaba en la Puerta de Mar”. [pàgina 131].
A la veu Portal de Mar de Barcelona a viquipèdia es pot llegir: “El portal renacentista fue derribado en 1833 con motivo de la reforma del Pla de Palau, y entre 1844 y 1848 se construyó uno nuevo, un monumental pórtico de estilo ecléctico, obra de Josep Massanès, que mezclaba elementos clásicos, góticos y orientales, y estaba formado por una puerta con cuatro columnas jónicas, frontón escalonado y cúpula, mientras que en los laterales se situaban unos monumentales arcos de herradura ultrapasados apoyados sobre dobles columnas.2Fue derribado en 1859, en ocasión del derribo de todas las murallas de la ciudad, y en su lugar se edificó en 1928 la Escuela de Náutica, obra de Joaquim Vilaseca y Adolf Florensa.”
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